Ir al contenido principal

Todo va bien

No nos engañemos, uno se dice a uno mismo que todo va bien cuando tiene un poco de miedo, cuando la rutina se desboca o cuando la cabeza se acelera y no hay manera de meterla en el congelador.
Pero creo que todo va bien, o al menos las cosas importantes, es cierto que tengo el trabajo abandonado, que apenas llego a los mínimos, que mi casa no conoce físicamente el orden, que mis ingresos van bajando porque no acepto todo el trabajo que llega, que tengo dejados blogs y webs pero estoy más feliz; desencantada del trabajo y de ese teatreo que le envuelve, creo yo que sin necesidad, pero resignada a volver después del verano.
El 1 de julio me largo a Indonesia, el viaje será diferente al que planeé cuando compré el billete pero es probable que sea infinitamente más interesante. Tengo dos asesoras culturales impagables que me están haciendo ver todo de otra manera. Ahora mismo me muero de ganas de saber qué más ha montado mi Cicerone para cuando vaya y sé que, después de este viaje, muchas cosas serán diferentes. Por cierto, si a alguien se le ocurren souvenirs de Barcelona/España/Europa que llevar y que no pesen mucho y sean aduanizables pues agradeceré la idea. De momento, los abanicos y las barajas son una buena opción, en Asia no se lleva nada que se coma o se beba como souvenir, ni como regalo. Anda que no voy a aprender cosas nuevas :-)
En principio vuelvo el 26, aunque tengo la vuelta flexible, me dejarán una blackberry y "Cice(rone)" se encarga de una tarjeta de teléfono indonesia así que supongo que shozu hará el resto. Buf. ¡Qué ganas tengo de ir! ¡Qué nervios!
Y como efectos secundarios, la dieta, llevo muchos kilos menos, y aún quedan muchos; se notan, aunque el pecho se resiste a bajar y sólo se rige por los efectos de la ley de la gravedad y a este paso mi espalda va a necesitar una cirugía reductiva (y de paso antigravitatoria) porque la chicha que lo aguantaba se larga y no voy a dejar que vuelva. La cara sigue igual, más relajada, pero igual.
Y bueno, escribo, pienso y siento "pues es verdad que todo va bien", y que siga...

Comentarios

Entradas populares de este blog

Febrero

Desde la última vez que escribí, mi operación pasó de enero a finales de febrero, casi marzo. La gastroscopia mostró una úlcera pequeña pero en mal sitio y tengo que esperar a que se cure. Llevo quince días con omeprazol que no acaba de sentarme bien, pero que espero que cumpla su función. Por otro lado no tomo antiinflamatorios y, al principio, lo pasé fatal pero ahora ya no tengo tantos dolores. No sé, cuando vuelva a trabajar, cómo estaré. Cuando empezaron las vacaciones pensé que se me iban a hacer largas y ya estoy deseando que duraran algo más. Tengo ganas de hacer cosas pero tengo que posponerlas y priorizar lo que toca. Tengo pilas de ropa acumuladas por todos lados, no las guardo porque tendría que empezar a tirarla puesto que si no la uso ahora y en un año no me valdrá no tiene sentido guardarla. Pero así mi casa parece una parada de mercadillo desordenada. Luego tengo las discusiones en bucle de siempre. Cada vez que me viene alguien explicando que otra persona es tóxica...

Parado en el tiempo

Un blog se queda atrapado en el tiempo, me ha dado por releerlos y no diría que era yo la que escribía lo último publicado. Veo la lista de blogs que leía y el berberecho Juan desapareció tras dejar de hablarme y aún no sé porqué, A Amparo hace siglos que no la veo y tengo un leve contacto vía facebook, con Dani tres cuartos de lo mismo pero porque el contacto sigue vivo aunque sea online. Richard murió hace ya tres años y se llevó ese grupo heterogéneo que él unía. Dejé de escribir aquí porque mi padre lo leía y luego me preguntaba e hice otro blog que no se pudiera rastrear y que voy a clausurar porque cada blog es una época diferente. Tengo otro en el que escribía en catalán, ni lo recordaba. Cada vez más tiendo a escribir en castellano porque es mi lengua materna, porque es más fácil y porque es lo natural. En  unos días voy a cumplir 49 años y, cuando empecé a escribir, no había cumplido los 40. Es un poco raro leerme ahora. Hace diez años estaba bien trabajando en Vilade...

Geranio & apandadora SL

Me siento una apandadora, una apandadora afónica porque sueno ronca, pero una apandadora. Por la mañana me visto de algodón con casi lo primero que pillo limpio, aunque suelo comprar todo conjuntado entre sí para no tener que sentirme demasiado disfrazada, no me maquillo, no uso cremas, casi ni me peino (mi peluquera se merece el cielo por conseguir un corte que no necesite peine) y salgo hacia el colegio. Me paso la semana ideando maneras de cambiar de trabajo, no paro de oir sobre la suerte de ser funcionaria, de tener un trabajo estable, de acabar a las cuatro, etc. y yo me siento una apandadora porque me paso la vida queriendo escapar de este mundo laboral y no lo consigo. Y este año estoy bien, salvo que me quedo sin voz, la otorrino me dice que me paso la vida en tensión, que el trabajo no ayuda, que fuerzo la voz, que los nervios me dan acidez y que tendría que cambiar de trabajo. El otro día me dijo, empezaste dando clases de COU de tu especialidad, podías enseñar conocimien...