Tengo pocos secretos, pero tengo en casa parcelas de intimidad a las que no quiero que acceda mi familia, aunque se trate sólo de un caballo de batalla personal. Soñé hace poco que iba a casa de mis padres y que mi padre tenía objetos míos dispersos encima de una mesa y los miraba y veía algunas cosas que yo no sabía que él sabía que existían, algunas que ya esperaba que estuvieran allí y muchas que no eran ni mías sino que alguien le dio diciendo que eran mías. Me gustó de mi sueño la imagen que de que lo que los demás, por próximos que sean, piensen de mí sólo es en una parte lo que yo pienso que piensan y que una buena parte no tiene ni una base real. E igual lo que yo pienso de los demás... claro, creo que un día haré mesas para revisar lo que tengo de la gente que me importa ahora.