Hace unos días, efecto san Valentín y efecto "nux vomica" que me ha recetado el homeópata, volví a mi idea de montar una orden de adoratrices/adoradores de Cary Grant en mi catablog pero ahora he caído en que esta idea ya la tuvo Frank Capra, claro que entonces Cary no era nadie y contó con el incombustible James Stewart y un elenco de actores que debieron disfrutar como locos al rodar "You can't take it with you", traducida por "Vive como quieras". No sé si era más fácil vivir honestamente en 1938 que ahora, pero en 70 años no parece que tengamos mucha más libertad que en esta peli que la derrocha con humor y ternura. Ellos no montaron un convento, claro, pero sí una casa en la que se reunían personas que querían hacer lo que querían/sentían sin preocuparse de mucho más. Seguro que ya está prohibido decir en el cine que no vas a pagar impuestos hasta que no te digan a dónde van, que se deja bailar mal a una bailarina y jugar con dinamita en un sótan
En la variedad está el gusto.