Mi fiebre por Brel empezó a los 18 años, cuando todo el mundo escuchaba música de los 80 y ya hacía unos años que había muerto. Recuerdo que me hacía mucha gracia Vesoul y que me daba lástima la rutina de La chanson des vieux amants cuando decía que "veinte años de amor era un amor loco" aunque me gustaba eso de "ser viejos sin ser adultos". Entonces, Ne me quitte pas me daba miedo, ver que alguien no quiere dejar una relación y que quiere ser "la sombra de tu sombra, la sombra de tu perro". Hoy busqué Brel en goear y sonó Quand on n'a que l'amour directa de sus infiernos a los míos, con "c uando sólo se tiene amor para ofrecer a aquéllos cuya única lucha es el día a día..." y si no fuera porque no son horas igual cantaría l'ivrogne porque hoy fue uno de esos días de "no, yo no lloro, canto y estoy alegre pero me duele ser yo"
En la variedad está el gusto.