Es obvio que yo no pedí ser miembro de la iglesia católica pero igual soy uno de los números de los que salen en las estadísticas. A veces, me vienen ganas de apostatar, pero para qué voy a disgustar a mis padres que son de los que cada domingo van a misa y llevan postalitas con los santos y vírgenes de los que son fans, por algo que ni me va ni me viene. Eso sí, me ha hecho gracia ver eso de que hay formularios para apostatar. El del link anterior es del ínclito Pepe Rodríguez, pero hay más en apostasia . Lo que me ha extrañado más es que no puedas hacerlo de manera automática y que sea aún más burocrático que darte de baja de una compañía telefónica. Aunque parece que es igual de difícil apostatar de cualquier religión, lo ideal es que hubiera un par de cláusulas de rescisión, o que hubiera un carnet de practicante con puntos y que si no cumplías los preceptos, te expulsaran. Yo fui a una escuela pública y un día por semana venía el cura del barrio a hablarnos de dios, yo siempre l
En la variedad está el gusto.