Pues sí, a una se le va la olla y, a veces, se va por el universo de paseo. En uno de estos viajes me vi en el fondo de una caverna, en pequeñito, y entre yo y la Eva que estaba en el fondo de la caverna había un león colgado del techo, mirándome.
Y pensé, buf, pobre león, no sabe que está al revés y piensa que ver mi reflejo en el fondo es algo.
Y pensé, buf, pobre león, no sabe que está al revés y piensa que ver mi reflejo en el fondo es algo.
Y antes de ponerme a pensar en el mito de la caverna, en uno de esos travellings maravillosos vi tras de mí a un león más grande colgado del revés. Así que el león de detrás me miraba a mí que miraba al reflejo del león que miraba mi reflejo. ¡No podía ser! Así que volví a mirar tras el león que había tras de mí y había una Eva más grande que yo detrás de él.
Y no seguí mirando porque por muchas Evas y leones que hubiera detrás o delante, la Eva que pensaba era la que veía dos por delante e imaginaba infinitos por detrás, y no iba a dar a esas Evas que no eran yo mucha importancia.
Y entonces sí que me puse a citar y dije eso de "Pienso, luego existo", y casi mejor en francés "Je pense, donc je suis".
Comentarios