Hay quien anda siempre sintiéndose culpable por los sentimientos que inspira en otras personas* pero yo creo que hay personas que son como aspirinas, que estar un rato con ellas es como tomar una aspirina y que una aspirina no debe sentirse culpable porque sus usuarios no sepan dosificarse.
Esto es como cuando íbamos al colegio y nos decían que una mujer que era infiel al marido que estaba de viaje estaba con su amante cerca de un parque en el que había un asesino peligroso; que el marido llamó y le pidió que fuera a buscarla al aeropuerto. Ella le dijo que no estaba en casa y que hasta coger el coche pasaba por un lugar por donde andaba un asesino peligroso y el marido dijo que necesitaba que le fuera a buscar. Ella fue a buscar su coche y el asesino la mató.
El profesor nos preguntaba entonces que quién era el culpable del crimen y todos respondíamos de todo menos que el culpable era el asesino.
Pues lo mismo, la aspirina no es culpable de ser aspirina.
*No miro a nadie, Raquel.
Esto es como cuando íbamos al colegio y nos decían que una mujer que era infiel al marido que estaba de viaje estaba con su amante cerca de un parque en el que había un asesino peligroso; que el marido llamó y le pidió que fuera a buscarla al aeropuerto. Ella le dijo que no estaba en casa y que hasta coger el coche pasaba por un lugar por donde andaba un asesino peligroso y el marido dijo que necesitaba que le fuera a buscar. Ella fue a buscar su coche y el asesino la mató.
El profesor nos preguntaba entonces que quién era el culpable del crimen y todos respondíamos de todo menos que el culpable era el asesino.
Pues lo mismo, la aspirina no es culpable de ser aspirina.
*No miro a nadie, Raquel.
Comentarios