Finalmente lo acabé, y antes de volver a cumplir años!, y mientras pasaron por la tele la segunda parte de El lado oscuro del corazón y, en comparación, la peli se me hizo pobre y banal.
Claro que querer expresar con imágenes los sentimientos es peligroso y siempre se va a rozar el ridículo y, siempre lucirá más lo escrito que lo visto.
De todos modos entre ir por la cuerda floja sin red, como en la película, o ser una muerte con miníscula que un día no es capaz de cumplir su tarea con un violonchelista y cómo, poco a poco, siente y se humaniza y hace que por un día no importe la Muerte con mayúscula puesssss.... Pues que me quedo con esa muerte petarda, que babea y hace el ridículo y que, casi sin saber qué hace, se pone a vivir...
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