
Sólo que mientras conducía, hemos intentado formular una "ley de la glucosa", de cuándo echas de menos tanto a una persona que se puede hacer insoportable. Yo le decía que ahora estoy un poco así y que me siento rara de echar de menos a alguien que he visto quince días en mi vida y que le digo y que me responda que él hubiera estado así con menos de un día y que bueno que debe de haber una ley de la glucosa, una regla de tres que diga a mayor tiempo sin el "objeto de deseo" mayor nivel de azúcar en la sangre en un lapsus de tiempo entre 0 y x días, hasta que vuelves a tener noticias azucaradas y tu organismo se desglucosa un poco para compensar para volver otra vez y con picos de tristeza intermitentes que desestabilizan el gráfico del dulce.
No sirven de nada estas leyes, pero bueno, Richard me dijo "escríbela en el blog" como diciendo "así escribes algo" y yo soy una "mandá" hasta que, como persona, vuelva a la normalidad.
Comentarios
Saluditos desde Kafka city. Aisss que bonito es Praga. Es tan azucarada...
ays :D