He intentado pensar lo mínimo, olvidarme de todo y hacer cosas que hace tiempo que pensaba hacer, me compré una máquina de coser y le hice una funda con tela de Ikea, que aún he de planchar (eso no me apetece tanto). También fui al Primark de Barcelona, donde hay ropa desde 50céntimos y compré un bolso floreado de 2€ con unas asas de polichinapiel que brillan como pocas... y que reemplacé con un patchwork hecho con los bajos de los tejanos que corté. He salido muy poco y he visto a muy muy poca gente, así que he recuperado gran parte de los 30kg que perdí y en septiembre vuelvo a la megadieta. Ya tengo una nevera nueva en la que poner la poca comida que voy a comer los próximos doce meses, he puesto cable en casa y ahora puedo ver montones de teleseries (también he aprovechado las vacaciones de mis padres para ponérselo a ellos y actualizar su ordenador) he instalado riego por goteo en la terraza porque no consigo recordar eso de regar las plantas en verano y para no derrochar agua a manguerazo limpio, tengo un trabajo de investigación por acabar (y casi por empezar) sobre plataformas virtuales en la enseñanza y, sorbo a sorbo, me voy bebiendo el café que regularmente viaja, cuidadosamente envuelto, ultramar hasta mi casa.
Desde la última vez que escribí, mi operación pasó de enero a finales de febrero, casi marzo. La gastroscopia mostró una úlcera pequeña pero en mal sitio y tengo que esperar a que se cure. Llevo quince días con omeprazol que no acaba de sentarme bien, pero que espero que cumpla su función. Por otro lado no tomo antiinflamatorios y, al principio, lo pasé fatal pero ahora ya no tengo tantos dolores. No sé, cuando vuelva a trabajar, cómo estaré. Cuando empezaron las vacaciones pensé que se me iban a hacer largas y ya estoy deseando que duraran algo más. Tengo ganas de hacer cosas pero tengo que posponerlas y priorizar lo que toca. Tengo pilas de ropa acumuladas por todos lados, no las guardo porque tendría que empezar a tirarla puesto que si no la uso ahora y en un año no me valdrá no tiene sentido guardarla. Pero así mi casa parece una parada de mercadillo desordenada. Luego tengo las discusiones en bucle de siempre. Cada vez que me viene alguien explicando que otra persona es tóxica...
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