Ir al contenido principal

Mis amigos los cactus

Cuando me pongo a escribir frente al ordenador y no se qué poner, pierdo la mirada en la pared y aparecen mis cactus. Antes había tres, pero uno murió. Sé que es difícil que muera un cactus pero éste un día se licuó y despareció.
De ellos sólo hay uno que crece, su tronco se alarga como si fuera un junco de plastilina y sus espinas no son aún secas y punzantes sino verdes y tiernas. Le llamaré Tina, de plastilina.
Mi otro cactus es como una mandarina, verde y dura, con gajos a medio formar en su corteza. Es el típico cactus que siempre aparece con una flor pero donde debería de estar sólo hay un ligero cambio de color, donde el verde es más pálido. Le llamaré Manri.
Viven en una maceta para bonsais, verde oscuro, rectangular, con los cantos hacia dentro. Y encima de la tierra tienen cristales transparentes y alguno de color.
Esta maceta está encima de la mesa donde tengo el ordenador, a la izquierda del monitor, en una esquina. Son mi primera mirada, cuando no se a donde mirar.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
A MI SE ME HAN MUERTO MUCHOS CACTUS A LO LARGO DE LA VIDA. ALGUNOS HAN LEGADO A VIVIR MÀS DE VEINTE AÑOS, OTROS POCOS MESES. CADA VEZ ME HA DOLIDO, PERO HE INSISTIDO COMPRANDO, PORQUE PARA MI EL CATUS SIGNIFICA RESISTENCIA, VIVIR CON POCOS ELEMENTOS Y SER CAPAZ DE COMPARTIR ESPACIOS CON OTRAS PLANTAS (MUCHAS VECES MAL LLAMADAS "CACTUS").
DENTRO DE UN CACTUS HAY UNA RIQUEZA ESCONDIDA, LA VIDA, QUE PUEDE MANIFESTARSE EN EL MOMENTO MENOS ESPERADO DE MUCHAS FORMAS. UNA, LA MÁS HABITUAL, ES PRODUCIR UNA FLOR QUE LE LLEVA A LA MUERTE. PERO QUÉ FLORES TAN HERMOSAS SON LAS DE LOS CACTUS, AUNQUE ALGUNAS NO LLEGUEN A VIVIR NI VEINTICUATRO HORAS.
¡A MÍ TAMBIÉN ME GUSTAN LOS CACTUS!

JOSÉ LUIS
Eva ha dicho que…
Manri murió. Creo que fue por un experimento mío que consistió en ver qué pasaba si les ponía dos pilas de botón gastadas encima. En una semana se licuó, por si a alguien se le ocurre probar...
Pero como Tina seguía creciendo, la escindí. Ahora tengo a Tina y a dos de sus apéndices.
Sin pilas.

Entradas populares de este blog

Febrero

Desde la última vez que escribí, mi operación pasó de enero a finales de febrero, casi marzo. La gastroscopia mostró una úlcera pequeña pero en mal sitio y tengo que esperar a que se cure. Llevo quince días con omeprazol que no acaba de sentarme bien, pero que espero que cumpla su función. Por otro lado no tomo antiinflamatorios y, al principio, lo pasé fatal pero ahora ya no tengo tantos dolores. No sé, cuando vuelva a trabajar, cómo estaré. Cuando empezaron las vacaciones pensé que se me iban a hacer largas y ya estoy deseando que duraran algo más. Tengo ganas de hacer cosas pero tengo que posponerlas y priorizar lo que toca. Tengo pilas de ropa acumuladas por todos lados, no las guardo porque tendría que empezar a tirarla puesto que si no la uso ahora y en un año no me valdrá no tiene sentido guardarla. Pero así mi casa parece una parada de mercadillo desordenada. Luego tengo las discusiones en bucle de siempre. Cada vez que me viene alguien explicando que otra persona es tóxica...

Parado en el tiempo

Un blog se queda atrapado en el tiempo, me ha dado por releerlos y no diría que era yo la que escribía lo último publicado. Veo la lista de blogs que leía y el berberecho Juan desapareció tras dejar de hablarme y aún no sé porqué, A Amparo hace siglos que no la veo y tengo un leve contacto vía facebook, con Dani tres cuartos de lo mismo pero porque el contacto sigue vivo aunque sea online. Richard murió hace ya tres años y se llevó ese grupo heterogéneo que él unía. Dejé de escribir aquí porque mi padre lo leía y luego me preguntaba e hice otro blog que no se pudiera rastrear y que voy a clausurar porque cada blog es una época diferente. Tengo otro en el que escribía en catalán, ni lo recordaba. Cada vez más tiendo a escribir en castellano porque es mi lengua materna, porque es más fácil y porque es lo natural. En  unos días voy a cumplir 49 años y, cuando empecé a escribir, no había cumplido los 40. Es un poco raro leerme ahora. Hace diez años estaba bien trabajando en Vilade...

Geranio & apandadora SL

Me siento una apandadora, una apandadora afónica porque sueno ronca, pero una apandadora. Por la mañana me visto de algodón con casi lo primero que pillo limpio, aunque suelo comprar todo conjuntado entre sí para no tener que sentirme demasiado disfrazada, no me maquillo, no uso cremas, casi ni me peino (mi peluquera se merece el cielo por conseguir un corte que no necesite peine) y salgo hacia el colegio. Me paso la semana ideando maneras de cambiar de trabajo, no paro de oir sobre la suerte de ser funcionaria, de tener un trabajo estable, de acabar a las cuatro, etc. y yo me siento una apandadora porque me paso la vida queriendo escapar de este mundo laboral y no lo consigo. Y este año estoy bien, salvo que me quedo sin voz, la otorrino me dice que me paso la vida en tensión, que el trabajo no ayuda, que fuerzo la voz, que los nervios me dan acidez y que tendría que cambiar de trabajo. El otro día me dijo, empezaste dando clases de COU de tu especialidad, podías enseñar conocimien...