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Mostrando entradas de agosto, 2010

Cosas

Las cosas no son sólo cosas, por más que digan los enemigos del "apego", tras ellas hay fragmentos de vida. Entre todas, yo me pirro por las "cositas". Algunas tienen mucho valor para mí, otras las tiro y otras desaparecen durante tiempo en alguna dimensión paralela. Es cierto que lo que no has usado en un año es probable que no lo vayas a usar, con la ropa es algo que debería de funcionar si gastas siempre la misma talla, desde hace un año voy tirando la de tallas mayores, y pienso ir haciéndolo, aunque sea un proceso bien lento. Me cuesta tirar las piedras, tengo de todo tipo, cuando viajo me suelo llevar alguna chiquita o, suficientemente grande para escribir con tip-pex de dónde la sustraje. Hace poco perdí una que significaba mucho para mí, tenía una historia muy bonita detrás. Me la dio G, nervioso, en el recibidor del ascensor de un hotel precioso, la guardaba desde niño, se la encontró en un coco, había dos, durante años las guardó y el verano pasado me di

Internet killed mercadillos

Mi post frívolo llega tras mi paseo por el mercadillo de Viladecans, dicen que el que tuvo retuvo pero no es siempre así o igual la memoria embellece esos recuerdos de gentío y de variedad de producto vendible. No es que no haya nada pero es el mismo producto y al mismo precio, incluso más caro, que el de las tiendas baratas de un centro comercial. No vi nada que me indujera a la compra compulsiva, ya lo preví cuando pude aparcar cerquita, así que moví el auto hasta lidl donde sopesé el trabajo que me iba a costar instalar todo lo que me gustaba y los destrozos que podía infligir con las herramientas que no sé usar. Allá, entre los restos de ofertas, encontré un poco de alma de mercadillo y sucumbí a un agujerea cinturones que pienso usar cuando vuelva a adelgazar; y en el mercadillo, a nada. Pero seguro que entro en ebay y pillo media red, que llegará a mi casa ayudada por los pajaritos de colores de los sellos de Hong Kong  y, en un arrebato de belleza vintage, dentro de sobres de pa

Otra vez

Otra vez vuelvo a tener ganas de escribir, no duermo muchas horas, es un verano raro y será un año más raro todavía. Este "curso" no va a tener mucho curso, me voy a tomar una temporada de baja y/o licencia, para cuidar de mí. El médico está de acuerdo, ya hace más de un año que me lo aconseja. Hago siempre muchas cosas, pero siempre tengo la sensación de que no he hecho nada, a eso le llaman "capacidad de trabajo" pero luego resulta que, cuando estás trabajando, no te dejan hacer casi nada, salvo en honrosas excepciones y te van hartando poco a poco. Encima dicen que les stressas y te das cuenta de que hay gente que necesita una mañana para escribir una carta, para rellenar un impreso y que has de callar y mirar para otro lado porque suelen ser tus "jefes". Ya sé que hay quien está mucho peor que yo, lo sé y no lo olvido, que mi cultura es árabe-judeo-cristiana..., pero "la carencia del vecino no es abundancia de nadie" y lo de imbuirme en el

Qué bien hice...

De vez en cuando, aparecen por la red blogs o facebooks de personas que hace tiempo que salieron de mi vida, así como hoy, en que he acabado preguntándome de dónde sacaba la paciencia para con algunos personajillos tras ojear un blog. Supongo que todos tenemos un perfil de amigo-lapa, el mío es el de "qué diferente que soy de los demás". Yo ya sé que de lo que se presume es de lo que se carece, pero esa situación me produce ternura y curiosidad... Al final, descubro, con mi inocencia en bucle, que entre humanos somos más iguales que diferentes, pero que qué bien que ahora haya mucha distancia con algunos de mis antiguos "pares".

De refilón

Tengo a veces la sensación de que la vida pasa por mí de refilón, que nos cotejamos como dos serpientes y que nos mantenemos casi siempre a una distancia prudencial. Veo a otra gente que se deja llevar y no les envidio porque yo hago lo que quiero hacer, aunque eso sea no hacer nada. Hoy me he despertado soñando, agitada, en un sueño vívido pero intrascendente y me ha costado salir, mi cuerpo iba por un lado y mi cabeza por otro, al final me he encontrado en la wikipedia y he pensado que la vida pasa diferente por la persona que redactó sobre los miedos que puede haber de despertarse así, mientras aún ando soñando que volvía a la facultad y que los jardines eran realmente bellos, que enumeraba el lugar para llevar a G cuando venga a verme y que entraba en la biblioteca para buscar a una amiga e ir al lavabo, lo que pasara primero... la encontraba, con cara de niña, sentada con estudiante con granos, me miraban como la joven que fui y yo me sentía la señora que soy ahora cuando desper

Lo último

He intentado pensar lo mínimo, olvidarme de todo y hacer cosas que hace tiempo que pensaba hacer, me compré una máquina de coser y le hice una funda con tela de Ikea, que aún he de planchar (eso no me apetece tanto). También fui al Primark de Barcelona, donde hay ropa desde 50céntimos y compré un bolso floreado de 2€ con unas asas de polichinapiel que brillan como pocas... y que reemplacé con un patchwork hecho con los bajos de los tejanos que corté. He salido muy poco y he visto a muy muy poca gente, así que he recuperado gran parte de los 30kg que perdí y en septiembre vuelvo a la megadieta. Ya tengo una nevera nueva en la que poner la poca comida que voy a comer los próximos doce meses, he puesto cable en casa y ahora puedo ver montones de teleseries (también he aprovechado las vacaciones de mis padres para ponérselo a ellos y actualizar su ordenador) he instalado riego por goteo en la terraza porque no consigo recordar eso de regar las plantas en verano y para no derrochar agua a m